
Correr en asfalto: carrera del Hipercor Girona
La magia de correr en asfalto: compartiendo un sueño.
La magia del asfalto no sé mide por kilómetros sino por tiempos y ritmos. Y sí, tiene una magia única al alcance de todos pero desconocida para muchos. Seguramente en las carreras de asfalto es donde más se pone a prueba tu cabeza. Son escasos kilómetros los que hay que recorrer pero en contra juega la rapidez, la rentabilidad de cada zancada y la estrategia para llegar al final de la carrera consiguiendo tu reto: superarte. Superar esos minutos que te separan de la meta.
De vez en cuando me gusta volver a competir en asfalto, me devuelve la chispa, la fuerza, me conecta de nuevo puramente con mi cuerpo, con el dolor, con la gloria y más rápidamente todo pasa. No sólo me gusta volver al asfalto por recuperar sensaciones y saber en qué punto estoy; sino que también me devuelve al bullicio, a las personas… Vas a línea de meta y saludas a todo el mundo, alegría, nervios e ilusión combinado con esperanzas de nuevas marcas. Es otro mundo, no corres sola, hay centenares de personas a tu lado durante todo el recorrido, es más fácil perder la cabeza, dejarte llevar y acabar pagándolo al final del recorrido. Ésa es la magia, saberse contener, saber guardar los tiempos y saber justo cuando acelerar. Grande.
Si a todo esto además le añades un extra como hacer de liebre y tener que correr con la responsabilidad de sacar el máximo rendimiento a tu compañera, la cosa pasa de ser divertida a excitante. Pero tuve mucha suerte, corrí con una campeona, una auténtica luchadora, motivadísima y con la mente fijada hacia un objetivo claro, no rendirse y cruzar el arco de meta.
Lo hizo. Me aguantó un buen ritmo durante 9k y al final guardó ese kilito de fuerza y tiramos juntas a un ritmo que nos hizo llegar 6’ por debajo de lo esperado. Un lujazo, un espectáculo, un orgullo poder guiar a chicas que empiezan a retarse a correr, que empiezan a alcanzar sueños y que con destreza y perseverancia los consiguen. Fue fácil. Correr contigo, Carme, fue especial y muy fácil porque tienes una mente ganadora, un espíritu de campeona. En mi opinión tenir este tesoro es lo más importante. ¿Y el resto? El resto, créeme, viene solo.